Sexo estropeado debido a obras de construcción, ¡pero luego lo hizo sola en la ducha!

Nina llevaba semanas esperando con ansias esa fecha. James le había prometido una velada romántica en la azotea de su apartamento, con vistas al horizonte de la ciudad. Se imaginó una cena a la luz de las velas, un suave jazz sonando de fondo y los dos bailando bajo las estrellas. Cuando llegó, James estaba esperando, con una sonrisa nerviosa pero esperanzada en su rostro. Subieron las escaleras, la anticipación crecía a cada paso. Pero cuando abrieron la puerta de la azotea, una cacofonía de perforaciones, martillazos y gritos llenó el aire. Justo al otro lado de la calle, incluso a esa hora, un importante proyecto de construcción estaba en pleno apogeo. El rostro de Nina decayó y James pareció mortificado. "No tenía idea de que trabajaban tan tarde", se disculpó. Pero entonces, a Nina se le encendió una bombilla en la cabeza. "Tienes tu coche, ¿verdad?" Ella preguntó. James asintió. "¡Entonces tengamos una cita en el auto!" Salieron de la ciudad y encontraron una colina tranquila